Estoy segura que la siguiente entrada causará un poco de controversia…. ¡Ni modo! Al que le quede el saco, ¡que se lo ponga!
Algo que he criticado la mayor parte de mi vida adulta, es el ser mexicano pero alardear de ser descendiente de Hernán Cortés, Napoleón o cualquier otro europeo picudo. Me pone nerviosa, me causa bastante gracia/conflicto y me da un poco de pena ajena. Por esta razón cada vez que juega la selección de España, prefiero ver una hora de María Visión antes de entrar a mi Facebook. Por un lado están los mexicanos que sacan las castañuelas, la sidra y se van a la Cibeles (de la Condesa obvio) a tomar de una bota y hacer desmanes un poco raros y por otro lado están los siempre agresores de la afición mexicana de España, enviando cualquier cantidad de comentarios negativos y hasta agresivos al respecto.
Bueno pues, después de haberme burlado de varias conocencias por su alarde «gachupín», llegué a este territorio americano, y digamos que mi mente comenzó a comprender de mejor manera este fenómeno de vivir colgado del ascendente (OJO, sigo sin justificarlo).
Mi amado ahijado de 5 años, es fanático de las carreras y fue así que un día platicando de los corredores, le pregunté sobre el Checo Pérez (corredor mexicano de F1), a lo que respondió: – Elo, el Checo ¡sucks! Casi caigo desmayada al piso, y tras pedir las sales e incorporarme de la impresión, lo tomé de los hombros, me puse a su nivel y le dije: – NIÑO, tu SIEMPRE le tienes que ir a los mexicanos, pa’q’ me entiendas; el Chicharito es tu pastor, Iridia Salazar tu madre y Soraya Jiménez tu verdadero padre….. El niño se me quedó viendo con cara de la loca del pueblo y continuó su narración del evento.
Tomando como ejemplo a este mágico ser de 5 años: él nació y ha vivido su corta vida en Estados Unidos, ha visitado México no más de 5 veces y sin embargo, habla como mexicano, come como mexicano, maldice como mexicano y “slangea” como mexicano…. El día de mañana que juegue nuestra nefasta selección de fútbol vs Trinidad y Tobago y el niño ponga en su Facebook: ¡VAMOS MEXICO!, ¿habrá que apedrearlo, llamarlo pseudo mexicano y desear que lo quemen vivo como Juana de Arco por andar de simpático? No, la verdad es que no. Estando fuera de tu país nada te da tanta ilusión como transmitirle a los tuyos tus tradiciones y costumbres.
Ahora bien, el día de mañana que el bisnieto de mi ahijado, lleve a su boda a la Guelaguetza y entre a su festín acompañado de la marcha de Zacatecas, igual y si estaría un poco excedido.
Lo que creo yo que es TERRIBLE, es la falta de identidad y el sentimiento de superioridad que normalmente acompañan a este tipo de personas. Desde luego que si tu familia proviene de cierto territorio (sea cual sea) es MUY normal que le tengas un cariño especial a dicha nación. Y es entendible que tu vida se vea influida de manera importante por las tradiciones de ese lugar. Lo importante es siempre tomar en cuenta, y no perder de vista, que al final del día eres de donde viviste y creciste, que no eres más por tener ascendencia europea y que por más que la Reina Isabel sea prima hermana de tu tía la de Toluca, no hay manera de justificar el desmadre de la «seseada».
En fin, espero de verdad no ofender a nadie con esta entrada, una vez más es simplemente la opinión de esta su servidora y amiga, que últimamente anda bloggeando de manera muy activa.
A pasarlo bien ‘jo’s míos!
Pelito del Mediterráneo…..