No es fácil escribir una entrada tan personal como esta. La verdad es que lo hago porque por alguna razón, necesito externar mi sentir. Advierto que es 100% reflexiva…
No se cómo, cuándo o por qué pero asi pasó… Se me fueron las cabras al monte.
Un par de comentarios desatinados y algunas interrogantes más sobre mi vida, hicieron que sin darme ni cuenta, llegara a mi la peor crisis existencial que a la fecha he conocido.
¿Sólo esto es la vida?, ¿a qué vine a este mundo?, ¿qué quiero?, ¿qué me gusta?, ¿a dónde voy? y finalmente, la que no me dejó dormir durante varias semanas: ¿y la Cheyenne, apá? #seapayasa no, ¡ojalá!
La falta de respuesta ante la pregunta ¿quién soy? Fue precisamente lo que me llevó a perder el control.
A lo largo de mi vida, mi condición de pilón del hogar ha hecho que en donde quiera que este, normalmente sea de las más jóvenes del quorum. Por este motivo, sin importar la edad que este por cumplir, comentarios como: «¡es que eres una bebé!», «qué envidia de edad» o el clásico «¡¡aprovecha!!», se ponen a la orden del dia (gracias mil) pero la realidad es que no soy ninguna bebé… Y no lo soy desde hace ya muchos años por lo tanto, tengo que dejar de actuar como tal:
El término «comerse la caca a puños» bien podría definir la mayor parte de mi vida… Fui la primera alumna de 12 años corrida del colegio, fui de las primeras en fumar, la primera del grupo en trabajar, la primera en abandonar el nido e irme a vivir a sola, la primera en independizarse (al menos económicamente jajajajaja emocionalmente ahi voy) … En fin, siempre me he apresurado…. Fue quizás en este «corre corre» en el que mi vida, perdió sentido. Y al acercarse las interrogantes propias que acompañan el brinco al 3er piso (el cumpleaños número 30, pues), mi mente simplemente se colapsó y entró en pánico total.
Todo aquello que según yo me gustaba, todas mis metas a corto y mediano plazo, mis sueños, mi final de telenovela, mis aspiraciones profesionales, mis deseos personales, mis ideas altruistas, hasta mis inseguridades, literal TODO, de un día para otro se convirtieron en un signo de interrogación gigante y me dejaron asi… Completa y absolutamente perdida, confundida y sin saber para donde moverme.
Durante este periodo de incertidumbre en donde he hecho de todo para tratar de retomar el rumbo «del barco» o al menos intentar medio estabilizarlo, he aprendido un par de cosas. A meditar por ejemplo, a leer libros no eróticos ¡jajajaja!, a preocuparme un poco más por mi, a entender que no todos tenemos una misión en la vida como la de Juana de Arco, que a unos nos tocó una más sencilla…. La de disfrutar el ahora; estoy aprendiendo que a los miedos no hay que rechazarlos, sino darles la bienvenida, «verlos» pasar, no engancharse con ellos, preguntarles: ¿eso es todo? y sin más dejarlos ir; he tratado de liberarme de aquello y aquellos que me generan ansiedad… Por ejemplo las redes sociales; ¿cómo!? ¿Peli SIN REDES!?? No, no cancelé mis cuentas, simplemente quité las aplicaciones de mi teléfono, y las reviso cuando tengo un tiempo extra en la computadora. Les juro que mis niveles de ansiedad han disminuido (y mi karma se ha limpiado también jajajajaja), es un poco aburrido no lo niego, pero por lo menos estoy menos tiempo sumergida en la vida de mucha gente que me vale madre y ese tiempo lo aprovecho mejor para mi. He reafirmado que es sólo haciendo algo por los demás que la verdadera paz llega a nuestro atormentado ser; que dando el control de nuestra vida a Dios, el Universo o como le quieran llamar, es la manera de empezar a encontrar el camino de regreso; y sobre todo, comprendí que la respuesta a la pregunta «¿quién CARAJOS (después de preguntarla 400 veces, la palabra «carajos» necesita acompañar la interrogante) soy? no la podré tener hasta que logre una de las pocas cosas en las que nunca me «apresuré»… conocerme a mi misma. En eso me enfocaré de ahora en adelante.
En fin, amado lector (segura estoy que me queda UNO después de esta entrada de luz, valga la redundancia), quizás te ha pasado algo similar en esta vida, si si, sábete que nos pasa a varios y si no, vete a darle un beso a tus papás en los callos de las patas por haberte arrojado a este mundo como un ser por demás práctico, racional y mucho muy funcional! Como diría Ana Gabriel #quiencomotú.
Namasté (cál-ma-te)
Pelito Huichol