Archivos Mensuales: enero 2012

«Mejores Amigos»

Estándar

Un tema generalmente controversial es la existencia de un mejor amigo en la vida de una mujer (y viceversa). ¿Puede haber una relación de amistad entre un hombre y una mujer sin que pase nada más? Si, desde luego que sí, pero depende de la intensidad de la relación. Para mi, una mejor amiga es aquella persona con la que puedo compartir momentos buenos y malos, que conoce a mi familia, ha visto mi versión ejecutiva, tropical, cocktail, atleta (si tú), “pal perro”, etc, come en mi casa, viene al cine, a bailar, y a cenar,  con la que me da igual si traigo el rimel corrido, el pelo lindo o si he utilizado un millón de palabras altisonantes juntas y lo mejor de todo es que además me escucha, aconseja y festeja todas mis estupideces de manera inagotable. Bueno, habrá gente que pueda sostener este tipo de relación con una persona del sexo opuesto, pero yo definitivamente no.

Si por mejor amigo (del sexo opuesto) te refieres a aquella persona con la que hablas por teléfono semanalmente, ves constantemente, pasas un rato agradable y divertido, comes 1 vez al mes y además te cae de diez, entonces si, ¡felicidades! si tienes un mejor amigo. Pero en el minuto q esa relación se vuelve tres convivios mas intensa, es MUY probable que uno de los dos, o en el mejor escenario los dos, caigan rendidos a los brazos del amorrrr… #seapayasa.  Aunque generalmente esta historia termina con 1 de los 2 llorando en un canta bar, gritando el nombre de su «mejor amigo» al son de alguna melodía de Yuri, Ana Gabriel o en el peor de los casos, Paquita la del Barrio… ni modo así pasa cuando pasa.

Cuando sale esta conversación a flote, generalmente las mujeres que estudiaron en colegios mixtos, afirman que SI es posible tener un mejor amigo. Será quizás mi condición de exalumna de colegio de «damas» la que me impide creer que una amistad como la que se suscita entre mejores amigos del mismo género, se pueda dar entre «señoritas» y «caballeros». Que puede existir un tipo de amistad diferente, sin duda, pero un mejor, mejor, mejor amigo como tal, con la intensidad de relación que una amistad convencional implica, ¡ni de broma!

O sea que si realmente encuentras a una persona como la descrita en el párrafo uno y además es de tu agrado, NO es tu “mejor amigo”, es, en las palabras de Fey, tu media naranja, o sea que ponte a rezar para que no acabes en el mismo canta bar que yo a los 15 años.