Toda la vida he sido una persona francamente «dicharachera», no sólo porque en los dichos encuentro una sabiduría milenaria sino porque suelen explicar un punto de vista en muy pocas palabras.
En esta ocasión utilizaré uno de mis dichos favoritos.. «De la moda lo que te acomoda», y es precisamente de la nueva moda de mis queridos amigos los caballeros que quisiera comentar.
Entiendo que los hombres se cuiden, hagan ejercicio, se vistan bien, luzcan un bronceado perfecto y se depilen la mayoría de su ahora bien torneado cuerpo, pero creo que la línea entre estar a la moda y parecer el primo mexicano de Miami Beach Ken está cada vez más delgada.
Quiero aclarar que me parece perfecto que los hombres actuales estén más conscientes de su físico y se preocupen por conservar un estilo de vida saludable, pero una cosa es cuidarse y otra muy distinta es producirse tanto o mas que nosotras las féminas.
Ahora resulta que para ir a una boda de día en vez de ir con un traje y una corbata bonita, hay que ponerse una corbata que parece hilo dental, unos zapatos puntiagudos espantosos pantalón «skinny», camisa «muscle fit», saco a rayas o de terciopelo (según sea la ocasión), pañuelo disque muy elegante de lunares, y para rematar unos calcetines fosforescentes que ahora están de lo más «in»….. ¿Es chiste? Fuera de broma parece la descripción de un disfraz de Ilse la de Flans!
En fin, «todos los extremos son malos», ni Johnnie Bravo ni Brutus el de Popeye. Habrán mujeres que les guste este desmadre, no lo dudo, pero si hacemos una encuesta general, a las mujeres nos gustan los hombres vestidos como personas normales, no como una cantante de los años 80’s, o sea que no se proecupen tanto mis queridos amigos, hay cosas que nos importan mucho más que un look de Roberto Palazuelos veraneando en el Bello Puerto… y «al que le quede el saco, que se lo ponga».