Amigos lectores, me ha vuelto un poco de inspiración, y es desde la cama de mi primogénito (y francamente encantador y apuesto) sobrino que les escribo estas adoloridas líneas. ¿Por qué revelar la ubicación de mi ser mientras redacto? Porque ha sido mi hogar desde hace ya cinco días…. si, me volvió a dar el torzón #mamaaaaaa
Corría el día lunes cuando tras levantarme abruptamente del suelo, sentí como aquel viejo payaso que me cargó hace un año con mi entrenadora, me cargaba otra vez. Esta vez el dolor me impidió moverme por lo que, tras varios intentos de mi amada familia de levantarme del piso (incluso de q mi hermano convirtiese la puerta de mi cuarto en camilla), decidimos llamar a 911 (si, con voz de traductor y toda la cosa).
En fin, llegaron a mi casa tres fornidos y de muy buen ver bomberos y tras una serie de preguntas, cargaron la puerta/camilla y me arrojaron en su ambulancia. Era tal mi dolor, que en algún punto me tomé de la pantorrilla peluda del no tan atento señor y me dediqué a blasfemar y repetir «no mames» durante mas de 25 minutos seguidos.
No es ningún secreto para aquellos que me conocen, que soy una persona mal hablada, pero en situaciones de estrés o dolor, me da un Tourette Syndrome que no puedo controlar. A Dios gracias estos caballeros no eran hispano parlantes por lo que me pude dejar ir como «la Negra» con los policías de Polanco sin temor a ser arrestada. En fin, llegué a emergencias, me inyectaron tres (aunque sugerí que fuesen seis) sustancias maravillosas y tras varias vicisitudes y un semi desmayo, fui dada de alta y enviada a casa de mis bienamados familiares.
El diagnóstico ya lo se, es la misma hernia de disco que la vez pasada (sólo que esta vez sentí que la Virgen me hablaba) y no hay mucho que hacer mas que ponerme una segunda epidural… La verdad es que nunca pensé que un pinche disco pudiera dar esta cantidad de dolor, porque además, al parecer tengo una resistencia paquidérmica a los fármacos, ya que aunque me han ayudado, no me han acabado se drogar como yo quisiera, pero ya, ni llorar es bueno.
Aprovecho el espacio para agradecer tantas muestras de cariño y sobre todo la preocupación por mi bienestar. Es lo bueno de estas situaciones, te recuerdan lo afortunada que eres de estar rodeada de gente tan increïble. A mis amados e iluminados hermano y cuñada, no tengo mas que agradecerles que una vez más hayan rifado el malestar de la niña… los amo con todo mi corazón.
Se despide,
Pelito Adolorida (podría ser título de un episodio de Mujeres Asesinas… Jajajaja!)
Hola Elo : Llegamos el sábado de Vail y no había abierto mis correos , apenas me vengo enterando de que otra vez te dió el torzón. Aunque me hiciste reír con tus ocurrencias te acompaño en tu pena pues yo también he padecido de lo mismo aunque gracias a Dios ya hace mucho tiempo que no me dá. No se sí la ciencia ya ha descubierto algo nuevo pero hace años lo único que había que hacer era guardar REPOSO , me dijeron en Houston que cuando me diera el dolor me quedara sin moverme hasta que se me desinflamara toda el área y que sólo tomara algo para quitar el dolor , también me dijeron que con el tiempo se me iba a acomodar el disco y así fué , te paso al costo mi experiencia, ojalá y te sirva de algo. Espero que ya estés mejor pero cuídate y haz casó a lo que te pide el cuerpo . Te mando un beso.
Enviado desde mi iPad
Mil gracias por escribir, Tia! Tienes razón, creo que hay que hacerle caso al cuerpo. El miércoles pasado me pusieron la segunda epidural, y ahí voy… poco a poco. A ver que pasa, ojalá me pase como a ti! y ya me olvide del tema, que francamente es un horror!! Te mando un besote y gracias otra vez, Elo.